No hables mal

No hables mal de las personas. Cuando hablas mal de las personas hablas mal de ti mismo.

Si te quejas de las actitudes de tu jefe lo que quieres decir es que no fuiste capaz de hacerte respetar, de generar empatía con su liderazgo o bien que no tienes opciones y por lo tanto debes resignarte a "tener" ese empleo. Cuando hablas mal de tu jefe hablas de tu incapacidad para relacionarte adecuadamente, de tus pocas opciones y tu falta de creatividad.

No hables mal de tu pareja actual o anterior. Cuando hablas mal de ella muestras tener poca tolerancia a la frustración o bien tu incapacidad para detectar un problema con ella y atenderlo oportunamente.

No hables mal de tus antiguos amigos y compañeros, al hacerlo manifiestas un resentimiento que habla de tu poca estima personal y mala resolución de conflictos ¿qué pretendes al hablar mal de ellos? ¿crees que otra persona va a modificar su percepción de ellos solo porque se lo dices? No menosprecies su capacidad para formar un criterio propio.

No hables mal, utiliza el lenguaje adecuado, eleva tu discurso al hablar y escribir. El lenguaje que empleas construye tus pensamientos e ideas, lo que pensamos y proyectamos lo hacemos con las palabras que conocemos, un poco con imágenes  pero principalmente con palabras, atrévete a pensar bien.

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